miércoles, 26 de enero de 2011

A la carga nuevamente… ¡Con encuestas!


A nadie le queda duda que las encuestas preguntan, después de ser manipuladas las sensaciones.  Lo que empieza como un rumor se convierte en noticia y luego en realidad. En política todas las armas están permitidas y hay que echar mano, también, de las encuestas hasta derribar al adversario.
Lo del “índice de aceptación” de los gobernantes, por ejemplo, es una manipulación descarada que consolida sus malas artes cuando difunde sus “resultados”. Entonces el mal ya está hecho.
Tengan presente conciudadanos que estos artífices de la manipulación de la opinión pública jamás nos preguntarán por las guerras de rapiña, por las subvenciones de las potencias económicas a sus productos agrícolas, por las bases militares, por el deterioro de los términos de intercambio, la programación de la obsolescencia, por los experimentos de la industria farmacéutica transnacional en niños, por los efectos de los transgénicos en los seres humanos y el medio ambiente o por la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres del paneta.
 Estamos en tiempos de turbulencias como en los aviones con tormentas y el todo vale se está imponiendo. La gente de la calle debe ser alertada de que se le formularán preguntas después de haber manipulado sus sensaciones a través de medios de comunicación que tienen intereses políticos perfectamente definidos. 

domingo, 16 de enero de 2011

ALGUNAS PERSONAS TIENEN EL CORAZÓN A LA DERECHA


La dextrocardia es una enfermedad cardíaca de origen genético. Normalmente, el corazón se sitúa en la parte media del tórax, con su vértice inclinado hacia la izquierda; sin embargo, en esta malformación, ese orden es alterado y el corazón se ubica inclinado hacia el lado derecho del tórax (Recuerdo un curioso caso de alguien que salvó la vida por un disparo recibido en el pecho, justamente por tener el corazón al lado derecho). 
Tal vez lo anterior explique por que algunos individuos (hablamos esta vez de personas que adoptan posturas políticas de franco egoísmo individualista) no sienten lo que los demás seres humanos sienten, y rabiosamente se enfrenten a las mayorías desplegando toda la violencia que su naturaleza les permite.
Ciertamente que se trata de rarísimos casos -lo mismo que aquellos de origen genético-, pero el grueso de la humanidad, que es solidaria, que ama la paz y la justicia; tiene el corazón donde debe: ¡A LA IZQUIERDA!

INSUMISOS TRIBUTARIOS


Desde siempre los impuestos han sido resistidos por el grueso de los contribuyentes. Muchos célebres casos se recuerdan. Nos viene  a la memoria el celebrado pintor español Dalí, escabulléndose de las odiosas declaraciones de impuestos; también el histórico Al Capone dando con sus huesos en la cárcel por evasión de impuestos, antes que por sus mayores fechorías y no pocos artistas y estrellas del deporte que las han visto negras por esta causa, amén de políticos que acabaron su carrera por estos deslices que les descontaban sus obligaciones pecuniarias para con el Estado. Pero lo que más ha llamado nuestra atención, a este respecto, no han sido estos notables ni la tozuda resistencia a pagar impuestos de ese amplio sector de la población que se protege bajo el manto benigno de Régimen Tributario Simplificado –entre los que hay un buen número de pícaros mayoristas y contrabandistas que debería enlistarse entre los grandes contribuyentes-; sino la acalorada resistencia de las brujas y hechiceras rumanas que, de seguro, marcarán ruta para que nuestros yatiris, jampiris, callawayas y demás  hechiceros, médicos y herbolarios originarios, se nieguen a pagar impuestos so pena de echarles alguno de los sortilegios, con que nos deleitan los relatos de “Brujerías en Bolivia” de nuestro monumental Antonio Paredes Candia, a los siempre incomprendidos servidores públicos de Impuestos Nacionales. Bajo estas circunstancias, no les envidio su trabajo.

jueves, 6 de enero de 2011

DECÁLOGO DEL ULTRA OPOSITOR: “Instrucciones para incendiar un país”


La radicalidad, las malas artes y el sensacionalismo en el que han incurrido algunos opositores y sus medios de comunicación, parecería que los ha alineado en el cumplimiento de ciertas “recomendaciones” que -de cumplirse, sin que se le oponga la conciencia ciudadana- convertirían al país en un gran revoltijo de inestabilidad y desgobierno. Estas hipotéticas recomendaciones que no están en cartilla política alguna, se pueden deducir fácilmente de las acciones de los malos políticos y los medios que los representan, puesto que el propósito que las alienta no es –de ninguna manera- el bien común, o las superación de los males que aquejan a la patria; sino la creación de una crisis política “a como dé lugar” para apresurar un relevo temprano de gobierno.
La simple deducción dicta que las recomendaciones compondrían el siguiente Decálogo del ultra opositor:

1) Pronuncie discursos violentos contra distintos actores sociales. Muestre que la retórica del enfrentamiento constante es necesaria y “patriótica”. Promueva una política de división y aliente el recelo y el odio de unos contra otros.
2) Estimule la acción directa, magnifique las presiones de las organizaciones sociales y de algunos grupos, celebre los bloqueos, los paros y huelgas. Haga la vista gorda o directamente festeje desórdenes callejeros; como tomas de instituciones, rechiflas, agresiones a autoridades, etc.
3) Ocúpese de exaltar a los políticos de los partidos tradicionales. Borre los salvajismos humanos, políticos y militares que perpetraron, el daño económico que causaron al Estado y conviértalos en héroes. Olvídese de su pasado ominoso. Eso es el pasado y no sirve en absoluto revisarlo. El pasado, pisado. Victimice a los ex gobernantes y a los opositores, adórnelos con elevados merecimientos e ignore sus delitos y crasos errores.
4) Propale rumores irresponsables de inestabilidad financiera, haga que la gente desconfié del sistema bancario. No importa si con ello pone en serio riesgo a depositantes y ahorristas.
5) Válgase de “opinólogos” que amplifiquen errores e invisibilicen aciertos del gobierno. Acuda para ello a los análisis alarmistas que se encuentran a mano, y bajo firmas harto conocidas.  Monte un dispositivo mediático que apoye a todas las personas que critiquen al gobierno y que multiplique los espacios de difusión para ellos.
6) Desacredite a su país en el extranjero. Hágalo por todos los medios y no importa si se pone del lado de gobiernos extranjeros que agravian o denigran a su país. Ignore que su país ha tomado un protagonismo internacional inédito y dedíquese a “exportar” malas noticias.
7) Practique la alta inflación, que trae miseria, produce nervios y aviva el descontento. Informe machacona y exageradamente sobre escasez, desabastecimiento y elevación de precios; haga que el comercio –atemorizado por su campaña- oculte sus mercaderías y/o suba sus precios. Controle la inflación a su gusto. Eso es facilísimo.
8) Anuncie el Apocalipsis cada día que se levanta, como si fuese una gimnasia matinal. Incluso, póngale fecha de vencimiento a la actual administración, a la espera del tan ansiado “relevo de poder”. Desee fuertemente la debacle, y finalmente se producirá sin riesgos para usted, ya que el desastre arrastrará sólo a los hombre malos.
9) Viva y déjese llevar por esos “pulpos mediáticos” que niegan vinculaciones corporativas y que alardean que su genuino interés de informar “libremente”, cuando lo que hacen es manipular las noticias para desinformar y crear inestabilidad interesadamente. Alarme a la población falsamente con el cuento de que la “libertad de expresión” está siendo atacada.
10) Frente a las demandas sindicales, populares y demás, levante el único estandarte que sirve: ortodoxia económica y derechización. Defienda a las transnacionales saqueadoras, el capital, el individualismo insensible, el consumismo. Solo la economía de mercado sirve “probadamente”, lo demás  son “experimentos”.

Si usted cumple con este decálogo despreocúpese: su país será un polvorín y podrá echarle la culpa al gobierno, con lo cual se acelerará su caída y se le abrirán las puertas del Palacio Quemado para que sea usted quien gobierne… sobre las cenizas.