2- No hables mal contra nadie, no condenes a ninguna persona, a ningún grupo, a ningún pueblo, a ninguna institución.
3- Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar, para convivir, para comenzar una vida nueva cada día.
4- Desea sinceramente la paz con todos, la colaboración, la convivencia, el gozo de la fraternidad y del servicio.
5- Trata de simplificar los problemas en vez de agrandarlos; no acumules las sombras, busca en todos resquicios de luz y los caminos de la esperanza.
6- Ten valor de negarte a colaborar con cualquier proyecto violento, apártate de los que enseñan y practican el odio, la venganza, el amedrentamiento y la violencia.
7- Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de paz, de concordia, de convivencia, de misericordia y de consuelo.
8- Apoya a los que trabajan sinceramente por la paz, en la verdad, en la libertad y en la justicia.
9- Dedica a algún tiempo a trabajar tú también por la paz, con serenidad, esperanza y generosidad.
10- Pide a Dios que te dé el espíritu de la sabiduría, de la bondad, de la fortaleza y de la generosidad para ser instrumento de su bondad y de su amor en un mundo renovado, donde todos podemos vivir en la verdad, el amor, la libertad y la fraternidad.
Autor: Padre Fernando Sebastián, arzobispo de Pamplona
Deberías seguir por lo menos algunito de los puntos de ese decálogo.
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