Estimada y estimado joven: Existen varios elementos que sirven para modelar tu vida y darle un significado, para trazarle un rumbo claro, para que sea orientada a ser una vida con fruto abundante, agradable a Dios, muy buena para ti y para alegría de tus padres, útil para una positiva transformación de la sociedad y provechosa para tus semejantes. Esos elementos son los talentos de que estás dotado, también la educación que de tus padres recibes y, de manera muy importante, tus estudios.
De tu dimensión como estudiante, de esa queremos hablarte y proponerte el siguiente decálogo para que acompañe tu paso por la Escuela Aduanera:
1. No estudies para la clase, sino para la vida, pues esa es la verdadera intención del estudio. No es sólo saber o conocer más, sino tomar formación para comprender un día el arte de vivir acertadamente y de acuerdo con tu condición de persona de bien. Si apruebas sin saber, te encontrarás sin cimientos. Además no olvides que todas las asignaturas sirven, aunque algunas tal vez te parezcan inútiles.
2. Sé constante en las muchas horas de estudio: Aunque parezca una lección repetida, es bueno tener en cuenta que a fuerza de constancia la gota de agua perfora la roca. Por eso, pon tu mayor empeño en vencer la desgana inicial, que es el peor momento. Arranca. Lo demás es fácil.
3. Descansa siempre lo necesario para poder estudiar con energía: Estudia con vida, bien despierto, no amodorrado. Controla tu sueño, tu diversión, tu deporte. Adminístrate muy bien en todo, como un medio para estar en forma durante el estudio.
4. Confía en tus profesores. No tengas en cuenta solamente la voz de sus palabras, sino la fuerza de sus razones: Para estar en positiva sintonía con ellos, muéstrate bien educado, cortés, disciplinado, pero también busca las razones de las cosas.
5. No dejes materias pendientes. Ve al día en tus tareas, en todos tus trabajos y en los encargos que te hacen tus docentes. Cuando amontonamos muchas materias, perdemos pronto el interés. Es mejor aplicarse, pues paso a paso, sin detenerse nunca, se llega muy lejos. Estudia con regularidad, no a golpes.
6. Pregunta cuando no entiendas, con el fin sólo de aclarar dudas: Pregunta no por aparentar ante tus compañeros, sino con sencillez, Creer que se sabe todo, es de necios y orgullosos. Una duda aclarada a tiempo, no sólo te dará entendimiento, sino mayores aciertos a la hora de los exámenes.
7. Arranca de raíz la antipatía hacia ciertas materias: Dices que hay asignaturas que no te entran porque no te gustan. Pero no es buen método de estudio el rodear las montañas; hay que escalarlas, afrontarlas. Las antipatías son destructivas.
8. Amplía tus conocimientos con lecturas complementarias. No seas esclavo del texto. Busca lecturas que lo completen y que te ayuden a ser persona de una visión amplia, universal. Busca libros que no pasan de mod. Pero sobre todo, ejercítate en el discernimiento. Dios siempre nos invita a escoger lo bueno, a actuar con sabiduría y para ello nos da el discernimiento, para saber elegir lo que está bien y desechar lo malo.
9. Evita preocupaciones y vicios que absorben: El estudiante no puede rendir estando dividido: Cerebro y corazón marchan juntos. Si te dispersas, con demasiada atención a las diversiones, o con necios intereses, o malas compañías que te incitan a salir del camino de tus deberes, caerás en vicios y en malas costumbres que te marcarán negativamente para toda la vida. Por eso entre los jóvenes hay muchas almas apagadas, incapaces de esfuerzo. Que la tuya no entre en esta categoría.
10. Que tu vida gire en torno al estudio: Hay un tiempo para todo, y todo a su tiempo. Pero ahora eres estudiante; aplícate entonces a estudiar. Ciertamente el estudio no es el valor supremo: pero si eres persona de bien el estudio ocupará un puesto importante en gran parte de tu vida. Además, tu esfuerzo invariablemente será premiado por el cumplimiento del deber.
Nuestro país enfrenta grandes retos que tienen que ver con superar el drama de una gran parte de los bolivianos, Bolivia requiere de gente responsable y líderes que la lleven por un camino de esperanza y buenos resultados, sé tú uno de ellos.
1. No estudies para la clase, sino para la vida, pues esa es la verdadera intención del estudio. No es sólo saber o conocer más, sino tomar formación para comprender un día el arte de vivir acertadamente y de acuerdo con tu condición de persona de bien. Si apruebas sin saber, te encontrarás sin cimientos. Además no olvides que todas las asignaturas sirven, aunque algunas tal vez te parezcan inútiles.
2. Sé constante en las muchas horas de estudio: Aunque parezca una lección repetida, es bueno tener en cuenta que a fuerza de constancia la gota de agua perfora la roca. Por eso, pon tu mayor empeño en vencer la desgana inicial, que es el peor momento. Arranca. Lo demás es fácil.
3. Descansa siempre lo necesario para poder estudiar con energía: Estudia con vida, bien despierto, no amodorrado. Controla tu sueño, tu diversión, tu deporte. Adminístrate muy bien en todo, como un medio para estar en forma durante el estudio.
4. Confía en tus profesores. No tengas en cuenta solamente la voz de sus palabras, sino la fuerza de sus razones: Para estar en positiva sintonía con ellos, muéstrate bien educado, cortés, disciplinado, pero también busca las razones de las cosas.
5. No dejes materias pendientes. Ve al día en tus tareas, en todos tus trabajos y en los encargos que te hacen tus docentes. Cuando amontonamos muchas materias, perdemos pronto el interés. Es mejor aplicarse, pues paso a paso, sin detenerse nunca, se llega muy lejos. Estudia con regularidad, no a golpes.
6. Pregunta cuando no entiendas, con el fin sólo de aclarar dudas: Pregunta no por aparentar ante tus compañeros, sino con sencillez, Creer que se sabe todo, es de necios y orgullosos. Una duda aclarada a tiempo, no sólo te dará entendimiento, sino mayores aciertos a la hora de los exámenes.
7. Arranca de raíz la antipatía hacia ciertas materias: Dices que hay asignaturas que no te entran porque no te gustan. Pero no es buen método de estudio el rodear las montañas; hay que escalarlas, afrontarlas. Las antipatías son destructivas.
8. Amplía tus conocimientos con lecturas complementarias. No seas esclavo del texto. Busca lecturas que lo completen y que te ayuden a ser persona de una visión amplia, universal. Busca libros que no pasan de mod. Pero sobre todo, ejercítate en el discernimiento. Dios siempre nos invita a escoger lo bueno, a actuar con sabiduría y para ello nos da el discernimiento, para saber elegir lo que está bien y desechar lo malo.
9. Evita preocupaciones y vicios que absorben: El estudiante no puede rendir estando dividido: Cerebro y corazón marchan juntos. Si te dispersas, con demasiada atención a las diversiones, o con necios intereses, o malas compañías que te incitan a salir del camino de tus deberes, caerás en vicios y en malas costumbres que te marcarán negativamente para toda la vida. Por eso entre los jóvenes hay muchas almas apagadas, incapaces de esfuerzo. Que la tuya no entre en esta categoría.
10. Que tu vida gire en torno al estudio: Hay un tiempo para todo, y todo a su tiempo. Pero ahora eres estudiante; aplícate entonces a estudiar. Ciertamente el estudio no es el valor supremo: pero si eres persona de bien el estudio ocupará un puesto importante en gran parte de tu vida. Además, tu esfuerzo invariablemente será premiado por el cumplimiento del deber.
Nuestro país enfrenta grandes retos que tienen que ver con superar el drama de una gran parte de los bolivianos, Bolivia requiere de gente responsable y líderes que la lleven por un camino de esperanza y buenos resultados, sé tú uno de ellos.
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